Querida sor Juana:
Mis amigos me molestan porque no me baño a diario. Pero ellos no saben nada de
la vida a diferencia de ti. ¿En el convento cada cuanto se bañan? Y ¿cómo le
hacían? ¿Qué jabón usaban?
Un saludo,
Anónimo apestosillo
Respuesta:
Anónimo apestosillo:
pestosito de mi amor,
sábete que en el convento
nos lavamos sin control.
En aquél tiempo remoto
ya teníamos jabón
confeccionado con hierbas,
tequesquite, de la región,
hecho aquí en la ciudad,
o enviado en embarcación.
En nuestras celdas privadas
había baño acogedor
casi siempre en planta baja
con agua y calefactor.
Ayudadas por sirvientas
o esclavas sin amor,
nos bañábamos felices
escapando del olor.
© 2020, Celdas literarias, Reserva de derechos al uso exclusivo 04-2019-070112224700-203