I

La metamorfosis,
entonces,
es lo que ocurre
mientras la mirada,
cautiva,
se detiene sobre el nido.

Es, entonces,
la transformación de la vida
en algo más,
que no acepta duda
ni una oportunidad
de súplica.

La metamorfosis es,
entonces,
la madre golondrina
que arroja a su polluelo al vacío.

II

La metamorfosis, entonces, se prolonga:
es cada una de las gotas que golpean
el techo de lámina y agujeros mal cubiertos.

Es, por así decirlo, un momento
entre la satisfacción del deseo
y el dolor de espalda de siete noches
en las que sólo pudiste yacer sobre un catre
y los recuerdos.

Es, por así decirlo, el recuerdo
vivo por la ausencia y el querer callar,
no es posible regresar a esos espacios.

La metamorfosis, entonces, da una vuelta:
llegar a un lugar del que nadie puede salir,
sólo queda buscar detener el paso del agua
dejando que caiga sobre tu rostro.

III

Repetir una imagen.
Puntualmente: se repite una imagen.
Coincidencia: se considera que la metamorfosis viene cargada desde un punto de vista insectívoro. Se trata, naturalmente, de una cucaracha humana.
Discrepancia: se cree que la metamorfosis depende de una cucaracha pues es la imagen de referencia en todos los libros publicados hasta el momento.
Reticencia: el nombre pronunciado por una boca en estado de efervescencia responde a Gregorio.

Repetir una imagen.
La tinta que desborda la cubeta,
la memoria descubierta en el momento mismo
en que el aroma a cloro
y a lluvia se mezclan
Creo haber encontrado una manzana
incrustada en el muro frente a mí.

Simpatía: Gregorio no la merece.

IV

La metamorfosis, entonces,
no tiene sentido alguno.
El mundo sigue igual,
todos y cada uno
con sus formas y gestos.

Ahí se quedan,
distantes,
en los pliegues que deja marcados
el exoesqueleto que nadie
volteó de su cama.

La metamorfosis, entonces,
es un intento por alimentar a un polluelo de golondrina,
dejar de lado el fuego que alimenta la tierra,
la voz de una metáfora que se apaga a la distancia.

La metamorfosis, entonces,
es la suma de esas historias
y la reconfiguración del cielo
ante el capricho de los humanos.