La entrevista se realizó vía llamada telefónica el 12 de febrero de 2021 a las 12.00 horas. Estuvo a cargo del doctor Fernando Montoya, director del Colegio de Filosofía y Letras de la UCSJ y director de la revista Celdas Literarias, así como de Katya Ballesteros y Elia Saavedra, estudiantes de la licenciatura en Escritura Creativa y Literatura y miembros del equipo editorial de la revista.

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Margo Glantz

Fotografía cortesía de Carmen López Portillo

Hace más de veinte años que publicó Sor Juana Inés de la Cruz: Saberes y placeres y apenas hace unos años tituló su libro Y por mirarlo todo, nada veía en honor a la escritora novohispana. ¿Por qué diría que, en la actualidad, es pertinente leer a Sor Juana? Y ¿qué texto les recomendaría a los lectores que quieren acercarse por primera vez a La Décima Musa?

Bueno, no escribí el libro Y por mirarlo todo nada veía en honor a Sor Juana; tomé en cuenta dos versos de Primero Sueño porque me parecía el tipo de libro que tuve que ir escribiendo. Esto sucedió ante la imposibilidad de que quizás tanta información se pareciera de alguna manera a ese asombro que tenía Sor Juana ante el universo. Ella trataba de abarcarlo todo, pero no podía porque se le venía encima. Entonces, de repente hizo una pausa en el poema y decidió que tenía que cambiar de método para tratar de entender lo que estaba viendo.

 Ahora, sobre la segunda, les recomendaría que lean, por ejemplo, la Respuesta a Sor Filotea porque es muy interesante para la mujer, que lean algunos sonetos y que lean Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón.

En la Advertencia de El texto encuentra un cuerpo, usted escribe que la mirada que está dirigiendo a los textos y a los cuerpos es fragmentaria y femenina. ¿Cómo considera que esta mirada femenina se revela ante los estándares aplicados por siglos al cuerpo de la mujer?

Creo que hay muchas reacciones a esa mirada. La mía es una de tantas, ¿no? Una reacción que he venido trabajando desde hace muchísimos años, quizás desde que era yo adolescente, sin darme cuenta de que podía yo establecer alguna escritura al respecto; pero creo que ahora y, bueno, de alguna manera siempre, las mujeres de alguna forma se han dado cuenta de que había una mirada sobre ellas que no les correspondía. Ahora, creo que en este momento en el que las mujeres han tomado mucha más consciencia y que cada vez el movimiento feminista es más evidente, este asunto vuelve a tomar una vigencia extraordinaria.

Usted participó en el proyecto Diario de una pandemia, ¿cuál cree que es la importancia de la figura de las y los creadores literarios durante tiempos de crisis, como la pandemia actual?

La pandemia es algo que nos ha tomado de sorpresa, se ha extendido mucho más de lo que pensamos que podía extenderse, ha ido cambiando de fisonomía y nos ha obligado a cambiar totalmente nuestros métodos de vida. No sé exactamente qué es lo que podemos hacer, pero creo que es muy evidente que la lectura, la reflexión por escrito, el ver películas y otras actividades propias de este confinamiento nos han obligado a cuestionarnos cómo podemos cambiar nuestra vida, aunque la pandemia misma nos ha obligado a cambiarla.

¿Qué consejo les daría a las nuevas generaciones de escritoras?

En vez de consejos lo que les propongo a las escritoras es que lean y quizás que lean no sólo literatura femenina (que es muy importante la que se está haciendo ahora ya que demuestra una gran reactividad en las mujeres y al mismo tiempo la posibilidad de que esa reactividad tenga cauces muy definidos), pues también creo que hay que leer todos los clásicos, ¿no? Para poder definir las cosas.

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